Creo que el año 2020, a diferencia de años anteriores, fue un año memorable para toda la humanidad. Para bien o para mal, fue un año que impactó las vidas de todos sin distinción invitándonos a reflexionar sobre las decisiones que hemos tomado en distintas áreas a nivel personal y como sociedad; así como, realizar los ajustes necesarios y acelerar los cambios para mejorar y/o contrarrestar sus efectos.
El área de los negocios no fue la excepción, por esta razón, he querido compartir mi reflexión de los aprendizajes que los negocios han asimilado durante este casi finalizado año:
Parar y reevaluar también es productivo
La realidad es que la gran mayoría de los negocios desde que inician se mantienen tan sumergidos en las tareas del día a día, que raras veces sacan el tiempo para reflexionar sobre su situación actual. Sin embargo, el fenómeno que nos obligó a parar a todos, les demostró que de vez en cuando, es necesario parar y reevaluar: ¿ha cambiado nuestra misión y propósito inicial?, ¿hacia dónde vamos?, ¿qué sigue funcionando y qué no?, etc.
Tu persona sí influye en tu negocio
Continuando con el punto anterior, este año fue el idóneo para que muchos emprendedores y empresarios dedicaran tiempo a formarse y capacitarse en distintas áreas, principalmente tecnológicas y empresariales. Al día de hoy, se traducen en nuevas habilidades adquiridas que están poniendo en práctica en sus negocios.
De igual manera, muchos finalmente se dieron cuenta de cómo su negocio es un reflejo de ellos. Tu mentalidad empresarial y tu estado emocional sí afecta en gran medida cómo está tu negocio.
Pedir ayuda y colaborar con otros
Este año más que nunca, entendimos que todo lo que el otro hace te afecta a ti, y viceversa. Por tanto, el individualismo había que dejarlo de lado y trabajar en equipo. Los emprendedores y empresarios entendieron que está bien reconocer cuando no pueden más, y necesitan pedir ayuda. Estuvo muy presente la tendencia de colaborar y hacer alianzas con otros emprendedores, con el objetivo de unificar habilidades y apoyarse mutuamente.
Autonomía y más confianza a los colaboradores
Para nadie era sorpresa que el teletrabajo sería nuestro día a día en un futuro cercano. Pero, este año lo aceleró significativamente obligándonos a adaptarnos a una nueva realidad trabajando desde casa. De igual manera, esta nueva forma de trabajo demostró a los líderes de las empresas que para que sus colaboradores trabajen no es necesario supervisarlos entre las cuatro paredes de una oficina. Los colaboradores agradecen ese nivel de confianza y autonomía otorgada, y hoy conocen ese equilibrio necesario entre la vida laboral y familiar, que al final se traduce en empleados más contentos con su trabajo.
Humanizar
El consumidor de hoy ha cambiado, busca negocios conscientes y/o marcas más humanas que sean fieles a sus valores y cuenten historias que emocionen. Esta tendencia se pudo demostrar con el nivel de rechazo que recibieron aquellas empresas que no les dolió lo que estaba ocurriendo a nivel nacional o internacional, y sólo les importaba generar ventas. Las palabras claves de este año fueron: autenticidad, conexión y emoción.
Innovar o morir
Lamentablemente un gran número de empresas a pesar de la lucha tuvieron que cerrar indefinidamente, pero muchas otras lo lograron reinventándose. Algunas de las acciones que he identificado de cómo lo lograron:
- -No se obsesionaron con lo que ya no funciona
- -Escucharon a sus clientes e identificaron nuevas oportunidades
- -Diversificaron o innovaron en sus productos/servicios
Cuando el juego está trancado, hay que ser creativos e innovadores buscando la manera de seguir adelante.
